El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) presentó hoy su informe acerca del mercado laboral y la cifra arrojada es preocupante: durante 2018 el desempleo llegó al 9,1%. Sin embargo, por debajo de esa superficie, se asoma otra cuestión también alarmante: no solo disminuyó la cantidad de asalariados sino que cayó la calidad de los empleos.
"Durante el 2018 no solo un aumentó la desocupación, sino también hubo un incremento de las formas más precarias de inserción en el mercado de trabajo", señaló el coordinador el Observatorio del Derecho Social de la CTA, Luis Campos.
Respecto de esta cuestión, Campos detalló: "Lo preocupante de los datos del Indec no es solo el aumento de la desocupación (que de por sí ya es muy importante), sino que también crecieron la subocupación y los ocupados demandantes de empleo. De esta manera, la presión efectiva sobre el mercado de trabajo pegó un salto muy elevado, pasando del 27,3% al 32,9% en un año. Es decir, actualmente, uno de cada tres trabajadores está buscando activamente trabajo o está disponible para trabajar más".
"Por ahí también debería ir el análisis de la precarización: hay muchos ocupados que tienen ingresos muy bajos que necesitan trabajar más, incluso ocupados plenos. Todo esto se traduce en un mercado de trabajo muy precario, ya sea por las formas de contratación más dinámicas, ya sea por los niveles salariales, que a su vez genera una presión (y por ende un disciplinamiento) muy grande sobre la totalidad de los trabajadores", amplió Campos.
Quien hizo un señalamiento similar fue el economista de la consultora Ledesma, Gabriel Caamaño Gómez, que en su cuenta de Twitter escribió: "La mayor subocupación demandante y el mayor desempleo se sumaron a un mayor porcentaje de ocupados plenos demandantes, derivando en una mayor presión sobre el mercado laboral".
La mayor subocupación demandante y el mayor desempleo se sumaron a un mayor porcentaje de ocupados plenos demandantes, derivando en una mayor presión sobre el mercado laboral. 32,9% en IV 18 vs 27,3% en IV Q 17 pic.twitter.com/IhcA3akSwa
— Gabriel Caamaño (@GabCaamano) March 21, 2019
Otra muestra del deterioro está dado por la dependencia del viento a favor de la macroeconomía. PERFIL consultó al especialista en el mercado laboral, Martín Trombetta, quien añadió: "En 2017 se generó empleo pero gran parte se debió al monotributismo y el cuentapropismo, es decir, con un descenso en la calidad media del trabajo. Pero acá, con estos últimos datos, estamos viendo un patrón distinto: el desempleo creció casi dos puntos en un año de recesión. Es decir, estamos volviendo a algo que parecía olvidad: el desempleo como un fenómeno del ciclo macro. El crecimiento logra generar algo de empleo, aunque no de calidad, y las recesiones lo destruyen".
"En algún momento parecía que las facilidades del monotributo podían ayudar a superar las cuestiones cíclicas. Pero hoy ya no es así: cuanto más tarde para la recuperación, más vamos a ver indicadores negativos de este tipo en el mercado laboral".
En una tónica similar, el sociólogo del Conicet Daniel Schteingart afirmó:"El empleo que más se resintió fue el de calidad. Los asalariados formales pasaron del 49,3% del empleo al 48,3%. En contraste, ganó participación el empleo asalariado informal. En otras palabras, se precarizó el mercado laboral".
El empleo que más se resintió fue el de calidad. Los asalariados formales pasaron del 49,3% del empleo al 48,3%.
— Daniel Schteingart (@danyscht) March 21, 2019
En contraste, ganó participación el empleo asalariado informal.
En otras palabras, se precarizó el mercado laboral.
Otro dato que muestra esta caída del empleo de calidad es que en el cuarto trimestre de 2017 el 65,7% de los trabajadores contaban con descuentos jubilatorios y hoy ese número descendió al 64,7%.
No fue el único deterioro que evidencio el mercado laboral en el contexto de la crisis por BoP. Subió también la subocupación y, en particular, la subocupación demandante. Y subió también la informalidad (precarización) Todo vs IV Q 17. pic.twitter.com/b68b6xncVg
— Gabriel Caamaño (@GabCaamano) March 21, 2019
Quien extendió su crítica más allá del período de gobierno actual fue el diputado Marco Lavagna, hijo del posible candidato presidencial Roberto: "La realidad nos muestra desde el 2011 no hay un aumento genuino del empleo, es decir, siete años sin ninguna oportunidad real de crecer y desarrollarse", escribió en redes sociales.
La realidad nos muestra desde el 2011 no hay un aumento genuino del empleo, es decir siete años sin ninguna oportunidad real de crecer y desarrollarse. ¿Qué les están ofreciendo a la gente entonces?
— Marco Lavagna (@MarcoLavagna) March 21, 2019
Otro dato preocupante en materia de empleo lo arroja el otro índice del Indec que salió hoy, es decir, el referente al PBI. Allí se ve que muchos de los sectores que cayeron en picada, como por ejemplo el industrial, son los que generan empleo de mayor calidad y con mejores salarios.
Pesimismo. La consultora Ecolatina realizó un informe, con malas perspectivas para lo que se viene: "En 2019 el mercado de trabajo no se recuperará y el desempleo volverá a subir respecto al año pasado en el promedio anual. En este sentido, aun convalidando la hipótesis oficial y optimista de que la economía ya habría alcanzado su piso, el mercado de trabajo no se fortalecería", señaló el documento.
Por su parte, Luis Campos enfocó parte de su preocupación en lo que se ve en los aglomerados urbanos. "Rosario y Mar del Plata tienen niveles de desocupación cercanos al 13%, el GBA y San Nicolás superan el 11%", explicó. Y en lo que tiene que ver con empleo no registrado encontrás un 45% en Salta, Tucumán y Santiago del Estero y más de un 40% en Córdoba, San Juan, San Luis, Río Cuarto y Concordia".
J.P.A./ D.S.